jueves, 30 de diciembre de 2010

LOMO RELLENO CON HONGOS

20.3.06

LOMO RELLENO CON HONGOS Y GUISANTES


Ingredientes:
1 lb de lomo rollizo
6 hongos enteros de lata
Petit pois (guisantes) en lata
1/4 de zanahoria en juliana delgada
1/4 de cebolla en tiras
2-3 cdas de salsa de tamarindo (ó cualquiera agridulce)
1/4 tz de vino tinto
1/4 tz de caldo de res
Romero fresco picadito
1 cubito de res
1 cda de mantequilla
Sal y pimienta

Elaboración:
Abra el lomo con un cuchillo bien afilado siguiendo la dirección de las estrillas, de manera tal que consiga estirarlo para poder rellenarlo y enrrollarlo después. Espolvoréele el cubito de res, el romero picadito, la sal, la pimienta y déjelo así una hora.
Pasado este tiempo, córtelo en dos mitades y pongales los hongos enteros, la zanahoria, la cebolla y los petit pois en el centro. Enrróllelos con cuidado para que no se derrame el relleno y amárrelos con un cordel, procurando que queden bien cerrados, para evitar que se salga algún ingrediente en la cocción. A continuación úntelos con la salsa agridulce y dórelos por todos lados en una sartén con un poquito de mantequilla, después colóquelos en una fuente refractaria (engrasada previamente). Hornee unos 10 minutos a 350ºF, luego vierta la mitad del vino junto con la mitad del caldo de res, voltéelos y cocínelos otros 10 minutos más. Retire del horno y déjelos reposar antes de cortarlos.
Escurra la salsa resultante de la coción en el horno en la misma sartén donde los doró previamente e incorpore la otra mitad del vino y del caldo de res. Agregue finalmente un puñado de petit pois a la salsa y deje en el fuego para que reduzca y espese.
Acompáñelo con un puré de papa cremoso.
Rinde 4 porciones.

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sábado, 11 de diciembre de 2010

SIGNIFICADOS DE LA NAVIDAD

Cada religión le otorga uno distinto.
Los católicos aseguran que representa al árbol de la vida
que Eva despreció al comerse una de sus manzanas.
 Los celtas lo asocian con el amor,
Los griegos con la fertidad y los hebreos con la sabiduría.
Mitos y leyendas que sobrevuelan las vísperas navideñas.
Para tener un buen año
es tradición entre los cristianos armar...
 el Arbol de Navidad el 8 de diciembre,
Día de la Inmaculada Concepción de María,
y colgar en la puerta de entrada de la casa una corona de muérdago,
para asegurar la bienaventura. 
Se trata de una tradición bastante reciente,
si se tiene en cuenta que a principios del siglo XX t
odo lo que existía era el Pesebre,
con María, José y el Niño en el establo, algún pastor y su rebaño,
la estrella de Belén titilando arriba y los tres ReyesMagos,
con su mirra y sus obsequios, atravesando la arena,
pero ni por asomo ningún árbol, ni corona.
¿De dónde salió entonces la cultura de adornar con soplillos,
manzanas, luces y guirnaldas al abeto
(o en su defecto un pino) y poner a sus pies los regalos de Navidad?
Podría uno remontarse al Génesis para explicarlo:
"Y había plantado Dios un huerto en Edén al oriente
 y puso allí al hombre que formó.
 Había también hecho producir Dios,
 de la tierra, todo árbol deseable a la vista y bueno para comer;
y el árbol de vida en medio del huerto,
 y el árbol de ciencia del Bien y del Mal"
El árbol de la vida, deseable a la vista y bueno para comer,
 les hubiese otorgado a Adán y Eva la vida eterna;
 pero en cambio, la muy maldita (mujer al fin,
habría dicho Pablo,
 que era misógino) comió y convidó del árbol del conocimiento,
 por lo que ambos fueron expulsados del Paraíso y condenados,
 ellos, y sus hijos, y los hijos de los hijos, por siempre, a morir.
De ahí que haya quienes aseguren que el Arbol de Navidad ,,,,
representa al inocente árbol de la vida,
deseable a la vista y bueno para comer, que Eva despreció.
 ¡Pese a lo cual, le cuelgan rojas y lustrosas manzanas,
 la fruta del pecado original! 
 Se dirá que con no colgarle manzanas, está todo bien.
No tanto: ocurre que para la cultura celta,
que es unos cuantos miles de años anterior al cristianismo
(y de la que éste tomó no pocas costumbres) el manzano representaba el amor

sábado, 13 de noviembre de 2010

ME HECHIZAS

LOS SENTIMIENTOS

UNA HISTORIA REAL

Su nombre era Fleming, y era un granjero escocés pobre. Un día, mientras intentaba ganarse la vida para su familia, oyó un lamento pidiendo ayuda que provenía de un pantano cercano. Dejó caer sus herramientas y corrió al pantano. Allí, encontró hasta la cintura en el lodo húmedo y negro a un muchacho aterrado, gritando y esforzándose por liberarse.


El granjero Fleming salvó al muchacho de lo que podría ser una lenta y espantosa muerte.
Al día siguiente, llegó un carruaje elegante a la granja.
Un noble, elegantemente vestido, salió y se presentó como el padre del muchacho al que el granjero Fleming había ayudado.
"Yo quiero recompensarlo", dijo el noble. "Usted salvó la vida de mi hijo.
No, yo no puedo aceptar un pago por lo que hice", contestó el granjero escocés.
En ese momento, el hijo del granjero vino a la puerta de la cabaña.
"¿Es su hijo?" preguntó el noble.

"Sí", contestó el granjero orgullosamente.
Le propongo hacer un trato. Permítame proporcionarle a su hijo el mismo nivel de educación que mi hijo disfrutará. Si el muchacho se parece a su padre, no dudo que crecerá hasta convertirse en el hombre del que nosotros dos estaremos orgullosos".
Y el granjero aceptó. El hijo del granjero Fleming asistió a las mejores escuelas y, al tiempo, se graduó en la Escuela Médica del St. Mary's Hospital de Londres
Siguió hasta darse a conocer en el mundo como el renombrado Dr. Alexander Fleming, el descubridor de la Penicilina.
Años después, el hijo del mismo noble que fue salvado del pantano. Estaba enfermo de pulmonía.
¿Qué salvo su vida esta vez? .... La penicilina.


¿El nombre del noble?
Sir Randolph Churchill.
¿El nombre de su hijo? Sir Winston Churchill.
Alguien dijo una vez:
Lo que va, regresa.
Trabaja como si no necesitaras el dinero.
Ama como si nunca hubieses sido herido.
Baila como si nadie estuviera mirando
Canta como si nadie escuchara.
Vive como si fuera el cielo en la tierra...

UN CONSEJO


He encontrado un buen consejo:

Sigue en el mundo aprendiendo y enseñando sin darte por vencido, porque detrás de cada problema y de cada alegría se encuentra una lección.
Sé humilde para aprender y pedir, y magnánimo para dar y enseñar.
Fijándome en la última frase he pensado que los seres humanos somos paradójicos.
A veces estamos dispuestos a ayudar a los amigos o a los vecinos, a la familia, aunque no nos lo pidan y lo mismo si lo hacen, y nos sentimos satisfechos de hacerlo.
Pero cuando somos nosotros los que necesitamos ayuda...ahí cambia la cosa.
Nos ataca un falso pudor, nos avergonzamos o simplemente es cuestión de un mal entendido orgullo. Y creo que a veces hacemos, sin pensarlo, sentir mal a los que nos brindan su ayuda, rechazándola.
Por eso debemos hacer un exámen de conciencia y pensar si somos de esos, yo reconozco que lo era y aún me dura un poco.O sea que me digo:
Sé humilde para aprender y pedir y magnánima para dar y enseñar.Besos